PERDIDOS EN EL LABERINTO

Este pasado fin de semana, ante la ausencia de nubes y un poco hartos de la procesión de caras norte que llevamos en los últimos cinco meses, la ODT ha desempolvado la vena andarina y se ha subido... ¡¡¡hasta el Laberinto!!!! Tendríamos que escalar al sol, pero al menos patearíamos por lugares diferentes.

Rana en Pendulitis Crepitante. Joder con el 6C

Para abrir boca y calentar a su mejor estilo, el rana nos deleitó encadenando Pendulitis crepitante en el Risco Makalu, que sería una vía fabulosa si no fuera porque está completamente equipada con buriles de los ochenta.

Arriba, Héctor en el Espolón Fanfástico del Risco de San Vito, vaya placote guapo. Vía fácil pero con los seguros justos, eso si, en este caso parabolts.

Y aquí tenemos a Luis Santa María, aullando de lo lindo en la vía Aullidos en la placa, en el Risco del Mudo, vía en la que hay que luchar por cada metro de terreno, con pasos duros y alguno más duro aún, donde no hay tregua hasta la misma cadena. Los cinco primeros seguros son buriles, o sea, que la vía no es apta para cardiacos. Eso sí, nuestro Gran Maestre la encadenó con su natural elegancia, y sus equilibrios al límite.

Y finalmente el Rana tuvo tiempo para probar Extremaunción placa extrema que necesitará nuevas visitas cuando haga un poco más de frío.

Decididamente ha sido un acierto venir aquí, hemos tenido un magnífico día de escalada y nos volvemos con algunos encadenes en la buchaca.

Conclusión, el Laberinto es una de las más bellas zonas de la Pedriza y donde mejor se puede apreciar la esencia de su magia. Desde luego, sus riscos merecen más de una visita, eso sin duda. También ayudaría si algunos aperturistas no fueran tan reacios a actualizar los seguros.

Postdata: Las vías van sin graduar pues nuestra apreciación ha sido muy diferente al grado propuesto en las guías. Pero de eso mejor hablamos en el bareto de Cantocochino a la sombra de unas birras.