Por
motivos que aún desconocemos, recientemente, en el espolón fanfástico, al Risco
San Vito, el gran Maestre intentó asesinar a un discípulo (de nacionalidad
francesa, estamos investigando si esta circunstancia tiene que ver con los
hechos).
Como
pudimos saber por una fuente fidedigna, los hechos corrieron de la siguiente
manera: después de colocar las cintas (ver vídeo adjunto que se admitirá como prueba
nº1) y bajarse de la vía, el gran Maestre se quito los gatos, se dirigió hacia
el discípulo y mirándole a los ojos, le dijo: “chaval (es verdad que el
discípulo es casi de la edad de un chaval comparada con la del gran Maestre,
así que no se formalizo con el tono coloquial), no te dejes impresionar por los
alejes, la vía no pasa de...jeje ….V+”. No contento con esto, le dejo la primera cinta
chapada, como un cebo perfecto, irrechazable.
Pese a sus dudas, el discípulo, confiando a
ciegas en las palabras del gran Maestre, y además armado con su 6a+ de la
semana anterior, se dejo convencer y arranco con la vía.
Aquí,
conviene aclarar que la vía es en realidad un 6b de los de antes, que los
alejes llegan a 5 metros y que el discípulo tiene en toda su vida en la Pedriza
2 pasos cortos de 6b, cada cual conseguido tras varios pegues y caídas.
Elementos bien conocidos del gran Maestre.
Un
primer pequeño resbalón a un par de metros del suelo no tuvo consecuencias, ya
que la primera cinta esta chapada.
Exaltado, casi transportado, por las palabras del gran Maestre, el
discípulo fue progresando y chapó la segunda. A duras penas, siguió para arriba
pero fue cuando se encontró bloqueado, 3 metros por encima de la segunda chapa y
todavía a 2 de la tercera, que obtuvo una visión clara y nítida de la situación,
grado de la vía incluido. Ya por fin lucido, en su cabeza, dudo entre intentar
desescalar, hacer una caída “controlada” o lanzarse de un salto tipo tigre a
por la cinta, pero el gran Maestre, vigilando su obra de reojo desde abajo,
abatió otra carta de peso. Le aseguro con gestos de abundancia que a partir de
ahí encontraría multitud de balmas, de repisitas, regletas y agarres de todo
tipo para la manos. Que la clave estaba en ir despacito.
El
discípulo, ingenuo donde los hay, siguió confiando en el gran Maestre y estando
de todas maneras contra la pared, no
tuvo más remedio que seguir para arriba. Sobra decir a estas alturas que evidentemente
no encontró ni rastro de balmas, repisas o agarres. Nada. Cada paso era una
ruleta rusa. Con buen juicio, el discípulo se encomiendo entonces a la Providencia
divina y hay que reconocer que ésta desplegó todos sus esfuerzos porque milagrosamente
llego hasta arriba. A 3 movimientos por metro, 35 metros de vía hacen más de
100 milagros seguidos. Matemáticamente imposible, como bien sabía el gran
Maestre. Era el crimen perfecto. Pero los caminos del Señor son misteriosos,
incluso para él y la suerte estuvo del lado del discípulo.
Frustrado
este primer intento de asesinato, el gran Maestre se fue sin decir nada a la
Pendulitis para montar otra encerrona. Iba progresando con normalidad, montando
la vía cinta tras cinta, pero la justicia Divina, que casi se queda con un alma
menos, se la tenía guardada. Cuando iba justo por encima de la última chapa de
la travesía, apareció de repente un viento enorme y helado que le cogió cual
Faraón por las aguas del mar rojo, obligándole a retroceder y renunciar a su
plan. La ira del Señor, a través del viento, le azotaba sin piedad, haciéndole
resbalar continuamente, casi levantándole de la pared, en horizontal, paralelo
a la vía. La cara del gran Maestre se iba tiñendo de blanco, su sonrisa picara congelándose,
se parecía cada vez más al muñeco, regalado en la cena de septiembre. Abajo
queríamos irnos, dejándole colgado ahí. Se salvó por los pelos, logrando desescalar
y recuperar todas sus cintas, tirando incluso de artimañas con la cuerda nueva del
discípulo para llegar abajo con tal de no dejar un maillón.
El gran
Maestre dejo para otro día la cuenta abierta con la Pendulitis, y gracias a la
Providencia el intento de asesinato quedo frustrado y todo el mundo se fue a
por unas litronas abajo.
Escribes bien malandrín pero casi todo es mentira...bueno que se pudo haber matado no pero eso es un detalle sin importancia. ¿Casta? No serás tú de los que no tienen todavía "Viracocha". Se acerca la cena y el gran sorteo, date prisa porque puedes ir debajo la mesa. ¡Eso es lo que te debería preocupar! Lo del discípulo que mas da.
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ResponderEliminarDesde luego lo del discípulo no te debería preocupar, no es nada comparado con ir debajo la mesa. ¿Viracocha con tres caídas y un acero valdría? Bueno si es 6b+ voy a meterle unos pegacos antes de la cena. Creo que ha pasado por ahí más de un mindundi y alguno la ha hecho 2 veces ¡Aghh mierda de casta!
¡Ojo! Pendulitis ya será 6b ¡Qué no os engañen! jeje...
ResponderEliminar¿6b de los de antes en el Laberinto?. Eso suena a horror seguro. Hay sitio para todos. En mi caso seguiré dedicándome al enjoy-not die-climbing.
ResponderEliminarBuen relato, ahora queda el de Pendulitis, aunque aún no se ha cerrado ese episodio.
ResponderEliminar¡Ni se cerrará, no pienso volver!
ResponderEliminarHace falta orden en la orden. Esto es un sin Gobierno, peor un burdel sin madame...
ResponderEliminarAve de corral!!! ¿Cuantas copas te has endiñao para relatar esto? Pareces Dumas escribiendo... Mu buena historia pero no verídica ya que El Gran Maestre lo hizo sin acritud y basado en un croquis antiguo en su poder. A encadenarrrr.
ResponderEliminarLa falta de intención o el desconocimiento no te exime del pecado cometido, hermano. Rezo, contrición y cilicio.
EliminarLa oposicion populista intenta un gobierno de perdedores. Animo caudillo. LA RAZON
ResponderEliminarDoy fe del intento disuasorio al discípulo de otra navegante de chapa en chapa. En las fotos se aprecia lo recia que es la vía, aunque el fotografiado que la escala no sufriera ni lo más mínimo.
ResponderEliminarSufrí, sufrí, y por partida triple: en la ascensión de discípulo I, en la del II, y en la mía propia (aunque no tanto como discípulos I y II, para eso estoy ya terminando el noviciado)
EliminarMenudo noviciado que te hace experto y curtido en estas lides, más bien serás maestro de novicios.
EliminarQUE OCURRE CHAVALES! QUE HACIENDO OCTAVOS DE AHORA NO SE LLEGA A UN 6C DE ANTES?...PERO SI EL JIMENO LOS HACIA EN ALPARGATAS!!
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EliminarTú calla que te has cargado a Juan Luis. Ya no te queda nadie batracio.
Peeeeeedro, forma Gobierno ya ... Q esto no puede ser
ResponderEliminarMe partooooooo.joder,rana,que buenoooo!jajajaja.y todo por un francés??buf.mucho miedo se debió palpar,para que hasta alloza se acuerde...que es un desmemoriao,lo sé de buena tinta!en cuanto al autor del cuento...será el desconocido 3er hermano de los hermanos Grimm.Por cierto,como ha decaído la calidad fotográfica
ResponderEliminarde este blog,no hace tanto un referente en reportajes.la orden envejece..
El Rana no fue en esta ocasión....
EliminarSi la primera foto es un codo doblado o un culo? Jajaja
ResponderEliminarCon un muñequito. De esto no hay duda.
Eliminarbravoooo
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